75% de ciudadanos considera que su gobierno no ha sido capaz de resolver sus problemáticas


















¿Cuál es el nombre de Dios?
¿Cuál es el nombre de Dios?
México es el segundo país en el mundo con la mayor cantidad de católicos en el mundo. A nivel nacional aproximadamente 8 de cada 10 dicen profesar esta religión, según información del último censo de población del INEGI. Sin embargo, este porcentaje de católicos ha registrado una tendencia a la baja durante los últimos años. Aunque este fenómeno no es exclusivo de la religión católica, el porcentaje de personas que no profesan alguna religión ha aumentado en los últimos años de acuerdo a los datos del Instituto.[1]
En el caso de la Ciudad de México (antes Distrito Federal), en 1910 quienes profesaban la religión católica representaban un 97%; mientras que para el año 2000 el porcentaje se ubica en un 90%. En este mismo sentido, la religión católica solo crece a un promedio anual de 0.3%, un bajo porcentaje en comparación con el 2.1% de quienes tienen una religión diferente, y el 3.4 de quienes dicen no tener una religión.[2]
Los indicadores más recientes refieren una disminución en el número de católicos en el país y un aumento en creyentes de otras, de igual manera un aumento en el número de personas que se declara “No creyente”.[3] En el caso de la Ciudad de México, el INEGI reporta que de 2000 a 2010 hubo un aumento en el porcentaje de personas sin religión en la entidad, al pasar de 2.9 a 3.5 entre estos años.[4] Quedando en un 82%.[5]
En este contexto Delphos llevó a cabo una encuesta entre la población de la Ciudad de México con el objeto de conocer ciertos aspecto de la vida religiosa de los capitalinos. En principio se preguntó sí profesaban algún tipo de religión. Un 82% dice profesar alguna, mientras que un 15% dijo no profesar ninguna.
Práctica
Una forma de calcular el porcentaje de personas profesantes de alguna religión considera la práctica de la misma. En este sentido Delphos preguntó a los que dijeron profesar alguna religión si la practicaban o no. Poco más de la mitad, 52%, dijo practicar la religión que profesa; mientras que un 44% dijo no hacerlo.
Nombre de Dios
Aun con la disminución en el porcentaje de católicos que señala el INEGI y la proliferación de otras religiones, el cristianismo sigue siendo predominante en el país. En este tenor Delphos preguntó a quienes se dijeron creyentes, independientemente de profesar una religión en específico, sí conocían o no el nombre de su Dios. Dos tercios dijeron conocer el nombre de su Dios, mientras que un 22% dijo no saber cuál era.
De las personas que dijeron conocer el nombre de su Dios, Delphos preguntó cuál era éste. El nombre más mencionado fue “Jesús” con un 30%; seguido de “Jehová” con un 22%. Mientras que nombres como “Dios” obtuvo, 4%; “Jesucristo” y “Cristo”, 3%; “Yahvé”, 2%; “Jesús de Nazaret” y “La virgen de Guadalupe” obtuvieron 1%.
El porcentaje de católicos ha venido a la baja en el país en los últimos años, esta tendencia se agudiza si se considera que el número de personas practicantes de una religión es aún más bajo.
Por otro lado, hay una mayor diversificación de religiones dentro del cristianismo, lo cual podría explicar que los nombres que se le adjudican a Dios no sean tan distintos viéndolos desde esta fe.
No obstante lo anterior aún es muy pronto para poder ver los tipos de cambios que estas subdivisiones tendrán en la sociedad mexicana y entre la convivencia de los creyentes.
[1] http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/articulo/default.aspx?id=760066&md5=5db315f31b3b6e2ac161514e22ac3746&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe&lcmd5=3e203aa8ab0c1cf7460c782507f18ed7 [2] La diversidad religiosa en México. http://www3.inegi.org.mx/sistemas/biblioteca/ficha.aspx?upc=702825460723 [3] http://www3.inegi.org.mx/sistemas/sisept/default.aspx?t=mrel02&s=est&c=27646 [4] http://www3.inegi.org.mx/sistemas/sisept/default.aspx?t=mrel10&s=est&c=27654 [5] http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/df/poblacion/diversidad.aspx?tema=me&e=09Los capitalinos y su situación económica

Innecesaria La Reforma Política de la Ciudad de México: 73% de capitalinos
Innecesaria La Reforma Política de la Ciudad de México: 73% de capitalinosEl pasado miércoles 20 de enero la Comisión Permanente declaró constitucional la Reforma Política del Distrito Federal, después de haber sido aprobada, hasta ese momento, por 23 Congresos Locales. De esta manera la Ciudad de México, y el Régimen político federal viven una de sus transformaciones más importantes en los últimos años en materia política.
El tema de una reforma para la Ciudad de México no es nuevo. Por lo menos desde 1997 han sido presentadas diversas iniciativas al respecto, de acuerdo con el sitio http://www.reformapolitica.df.gob.mx/.
Las votaciones al dictamen que derivaron en la reciente reforma política provienen del 28 de abril de 2015, cuando la LXII Legislatura del Congreso de la Unión en el Senado aprobó el Dictamen, no obstante, éste no fue discutido en la Cámara de Diputados durante ese mismo período, que finalizó el 30 de abril.
Fue hasta el pasado mes de diciembre de 2015 cuando se volvió a discutir el tema de una reforma al Régimen político de la Capital del país. En esta ocasión, la LXIII Legislatura en ambas Cámaras aprobó la reforma y dio paso para que los Congresos Locales la sometieran a votación. En este sentido Delphos llevó a cabo una encuesta en vivienda dentro de la Ciudad de México, con el objetivo de saber qué tan informados están los capitalinos en este tema y su opinión al respecto.
Al respecto un 66% de los capitalinos dice haber escuchado hablar acerca de la Reforma Política del Distrito Federal; mientras que un 32 % afirmó lo contrario.
Uno de los cambios más importantes tiene que ver con la desaparición de las Delegaciones Políticas, las cuales serán sustituidas por Demarcaciones Territoriales de la Ciudad, con la posibilidad de que el número de demarcaciones pueda cambiar. Con esta modificación desaparecerá la figura actual de Delegado, y en su lugar se establecerá la figura de Alcalde. Adicionalmente, se integran las figuras de Consejos Ciudadanos para cada Demarcación Territorial, que se conformarán por un número de entre 10 a 15 Concejales. En conjunto, Alcaldes y Concejales conformarán las llamadas Alcaldías.
Las Alcaldías serán electas de manera directa por un período de 3 años, de manera similar a como se integran los Ayuntamientos en los demás estados; sin embargo, diversas atribuciones que poseen los Cabildos en los municipios no las tendrán, como lo son: recaudación de impuesto predial y mando policial, entre otros.
Con este preámbulo Delphos preguntó a los capitalinos si consideraban que con estos cambios el gobierno de la ciudad, así como el de las nuevas Demarcaciones Territoriales, mejorarían. En este sentido predominó un escepticismo, ya que un 45% de la población dijo que las cosas seguirán igual; mientras que quienes dijeron que las cosas empeorarían representan un 40%. Quedando sólo con un 12%, aquellos que consideraron que los cambios ayudarán a mejorar el desempeño del gobierno capitalino y de las Demarcaciones.
Otra de las modificaciones que más se ha retomado en los medios es el cambio al estatus jurídico de la ciudad. Con la reforma, la capital del país deja de ser un Distrito Federal y pasa a ser una Entidad Federativa con Autonomía Constitucional, llamada Ciudad de México; misma que sin llegar a ser igual a un estado federado, como los 31 que integran los Estados Unidos Mexicanos, es muy parecida a estos.
Con esta información Delphos preguntó “¿Qué tan necesaria o innecesaria considera usted que es la reforma política del DF?” donde el 73% de los capitalinos consideró innecesaria la reforma; mientras que sólo un 23% la consideró necesaria.
Dada la profundidad e importancia, así como las repercusiones que tendrán en la vida de los capitalinos estos cambios, Delphos preguntó acerca de la importancia que tiene para los habitantes este tema. En este sentido, las opiniones se encuentran equilibradas pues mientras que un 30% manifestó que este tema no tiene importancia para ellos, un 35% y 27% dijeron que esto les genera poca y mucha importancia respectivamente.
La reforma política de la ciudad ha sido escuchada entre un 66% de los capitalinos, pese a ser un tema con un alto grado de complejidad. El nuevo estatus jurídico que adquiere la capital del país, y todo lo que esto conlleva, resulta novedoso, pues sin adquirir la calidad de un estado tampoco es más un Distrito Federal.
Los cambios adoptados impactarán no sólo el Régimen Local y Federal, sino que, además, repercutirán de manera sensible en la vida de los ciudadanos y en su relación con las autoridades y la misma Federación. No obstante, la mayoría de la población de la ciudad opina que una reforma como esta no es necesaria; además de considerar que el gobierno de la ciudad seguirá igual o, en su defecto, empeorará.
Uno de los próximos retos a enfrentar con esta reforma es la conformación del poder Constituyente de la Ciudad, aquí habrá una ventana de oportunidad para la participación política como pocas, por lo que cabría esperar un interés de los habitantes en la reforma política. Sin embargo, únicamente menos de un cuarto de los capitalinos dice estar muy interesado en el tema.
De esta manera, queda claro que pese a que la reforma política es un tema de gran importancia, también lo es de gran complejidad, aunque hasta el momento esto no es suficiente para despertar el entusiasmo en la mayoría de los capitalinos.
Fuentes:
http://www.excelsior.com.mx/comunidad/2016/01/16/1069230
http://www.forbes.com.mx/reforma-politica-el-adios-al-distrito-federal/
http://eleconomista.com.mx/sociedad/2015/12/10/df-paso-lograr-su-autonomia